Aprendiendo de los Niños

- Hace algún tiempo cuando apenas entraba a conocer el evangelio del Señor Jesús comprendí lo que en verdad significaba la celebración de halloween y la implicancia que alcanzaba en la vida de las personas. Hasta entonces mi familia lo celebraba recolectando dulces en los edificios donde vivimos, pero cuando abrí los ojos se lo explique a mi hija que entonces solo tenia 5 años. En un principio me complique en mi explicación y ella insistía en querer ir a recolectar dulces con sus amigos; porque ella igual que yo no alcanzaba a ver la realidad, sin embargo, de pronto solo se me ocurrió decir “sabes esta celebración desagrada a Dios” entonces ella me miro y simplemente dijo “ah, entonces no voy” y desde entonces nunca mas se celebró halloween.
La verdad es que me sorprendió ver como por no desagradar a Dios ella dejaba de hacer algo que le interesaba tanto. Porque la actividad era entretenida y verdaderamente atractiva no solo por los dulces si no porque todos sus amigos lo hacían; sin embargo, solo por no desagradar a Dios ella era capaz de renunciar.
Desde entonces cuando debo dejar algo que considero puede desagradar a Dios me acuerdo de la claridad de mi hija para decir NO frente a lo malo y creo que todos deben imaginar que no me resulta tan fácil como a ella, claro, aun con el conocimiento que tengo de las escrituras se me hace difícil renunciar a lo que creo es bueno y beneficioso para mi solo lo logro a través de la oración y de la confianza que tengo en que mi Dios me ama como nadie me amara jamás y solo desea mi bien.
Inténtelo y vera como todo mejora.

Sandra Araya
Educadora de Párvulos



- En alguna ocasión mi hijo de entonces 6 años llego comentando a casa que un amigo lo molestaba, ya no recuerdo bien porque, lo primero que se me ocurrió decir fue si vuelve a molestarte pégale un buen combo y vas a ver como no molesta mas, el me miro dulcemente y me dijo pero mama yo no soy así.

Cuantas veces deseamos que nuestro padre Dios solucione los conflictos que tenemos en forma violenta y hasta vengativa, pero El no actúa así, muy por el contrario esta lejos de ser violento y agresivo el es dulce tremendamente paciente y por siempre amoroso ¿por que entonces nos decepcionamos de nuestro Dios, porque no hace lo que deseamos?
Porque somos caprichosos e impacientes, queremos todo en el momento y que todo suceda como nosotros consideramos que es adecuado, olvidando que hay muchas cosas que solo nuestro Dios conoce, si tuviéramos solo un poquito de la fe que describe Hebreos 11 (Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve) caminaríamos confiados en que el Padre sabe todo y se preocupa por nosotros ¿es usted capaz de confiar así? ¿Que se lo impide?
Sandra Araya
Educadora de Párvulos

Dia del Niño

“La idea de festejar “el día del niño” surgió el 20 de noviembre de 1959 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas tuvo una reunión en la que decidió reafirmar los derechos de los niños universalmente.
Desde entonces, cada país cuenta con un día para celebrar y organizar actividades para ayudar a desarrollar el bienestar de los pequeños en todo el planeta.”
Así encabeza un artículo relacionado con el tema la revista “creciendo feliz”. No le resulta curioso que en un mundo agresivo y violento como en el que vivimos. Donde las madres matan a golpes a sus hijos, y se legaliza el aborto, se hable del “bienestar de los pequeñitos”.
Durante varios meses hemos dedicado este artículo como educar a nuestros niños bajo la luz de las escrituras, porque Dios tiene, para eso, el diseño perfecto, pero hoy queremos que reflexione un poco y se pregunte, ¿somos los padres que nuestros hijos necesitan hoy día?
Cuando vemos las noticias y nos damos cuenta con la violencia que reaccionan los jóvenes frente a la autoridad o la agresividad que utilizan para que los escuchemos; surge la duda y cabe preguntarse ¿Qué estamos haciendo?
Estos jóvenes de hoy son fruto de nuestros actos cuando aun eran niños por lo tanto es tiempo de que asumamos nuestra responsabilidad y dejemos de hacernos los desentendidos.
Les enseñamos sus derechos antes que sus responsabilidades, les exigimos que nos escuchen y no los escuchamos les decimos que los problemas se resuelven conversando pero vivimos en guerra. Los estamos destruyendo. Necesitan vestirse extraños para que los veamos, se ven obligados a destruir nuestra ciudad para hacer respetar sus derechos, les hemos dado libertad, que obviamente no saben utilizar, para cuidar nuestro propio espacio.
No le parece ridículo entonces dedicarles un día para llenarlos de regalos si les negamos lo más preciado que ellos requieren de nosotros, TIEMPO, DEDICACION Y AMOR.
Pero aun estamos a tiempo. Tiempo que solo el PADRE perfecto puede darnos y la base para este cambio es el AMOR.

Proverbios 19:18,19
“Castiga a tu hijo en tanto ahí esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo”

1 Corintios 13:1
“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o Cimbalo que retiñe”