Una revista encabeza uno de sus artículos así " ¡No quiero crecer! y agrega: tienen entre 20 y 35 años y fueron bautizados como generación 'odisea', por su búsqueda permanente en pro de ganar dinero y cambiar de parejas sin comprometerse. son inestables en el trabajo, la palabra matrimonio les produce escozor y tener hijos ni siquiera esta en sus planes. Una tendencia que puede afectar a la familia chilena del futuro.".
A diferencia de las anteriores generaciones que eran mas idealistas pero también mas comprometidas, no existe una confianza en la vida y en los regalos maravillosos que esta entrega, como dice el famoso "Dios proveerá". Además la idea del cariño esta cada vez mas lejana, el matrimonio es percibido como un concepto muy negativo y el amor ha dejado de ser el eje de las relaciones, el enamorado de su polola es un 'macabeo', el que quiere mucho a su mujer es ridiculizado, el adolescente que adora a sus padres es un 'mamón' y la mujer casada ha pasado a ser una 'bruja'. Del mismo modo cada vez vemos menos testimonios de matrimonios que llevan décadas y que son realmente felices". Triste verdad ?, pero real.
Hoy en día esta es nuestra sociedad los jóvenes de hoy en día quieren tener armado el puzzle de sus vidas. Les cuesta ir escalón por escalón quieren ser gerentes ahora!. Una de las causas de esta realidad es la forma en que los hijos ven a sus padres. Inmersos en un panorama aburrido, lleno de responsabilidades y estrés. Los ven como personas poco interesantes faltos de vida porque llegan al hogar quejándose, con tono lastimero, ellos no quieren repetir estos mismos patrones y buscan algo diferente, algo mas propio y autentico. Quieren entrar a la adultez con todas sus garantías pero bajo el cobijo de sus padres; curioso verdad ? y... adivine que, los padres tienen gran responsabilidad en esta forma de ver la vida porque no ejercen su autoridad como es debido y les dejan ser, a veces premiándolos con cosas o dando una mala señal permitiendo que se queden en casa mas tiempo del necesario, con la ropa limpia, las cuentas pagadas y la comida servida. Todo lo que los padres tienen les ha costado mucho pero no les enseñan eso a sus hijos. Tampoco les ayudan dejándolos libres en la dura realidad y los sobreprotejen para que no sufran. ¿Que irónico?, que tanto amor provoque tanto daño y ese daño sea como una bomba expansiva porque no solo queda ahí sino que poco a poco destruye nuestra sociedad. Y todo esto sucede porque no conocemos el AMOR verdadero, ese amor que nuestro padre Dios nos MOSTRO a través de su hijo, ese amor del cual habla 1 corintios 13
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